Como cualquier día del mes de abril, me levante (en realidad me caí) de mi cama y bajé a comer el desayuno. Luego me puse el estupido uniforme color borra vino que me queda horrible y salí de mi casa con los cuadernos de la primera clase en la mano y crucé la calle... si, tengo la desgracia de vivir frente al liceo.
me asombre muchisimo al llegar a la puerta, porque una cantidad de gente estaba apostada a un lado de la misma. La mayoria de las personas llevaban un uniforme de color blanco, el resto de las personas llevaban uno igual al mío. Les explico, en este liceo, donde la directora vive viajando y la ascripta esta loca, hay 2 niveles: el nivel inferior, compuesto por la mayoria de los alumnos, entran a las 7:3o y el nivel superior, compuesto por el resto de los alumnos (yo pertenezco a este nivel) y entramos a las 7:45.
La ascripta psicopata creó estos niveles para un aprendisaje más saludable (loca mentirosa), según su manera de ver las cosas, los más inteligentes debemos ser separados en clases más especializadas y ser asistidos por los otros profesores en cualquier momento ( y cuando digo cualquier momento, es cualquier momento) que dispongamos. otra de las tontas medidas de separación quwe tomo esa mujer fue la cero visión ( o más claramente que los del nivel inferior no tengan ningún tipo de contacto con los del otro nivel)
Me reuní con los de mi nivel y les pregunté que pasaba mientras miraba disimuladamente a las personas del otro nivel. Ellos cuchicheaban y nos miraban con rostros acidos y miradas llenas de odio. Desde que esta norma de separación fue creada, a los de mi nivel se les subió el ego al tope, por lo que dejaron de mezclarse con los del nivel inferior; es horrible, he visto como los de mi nivel tratan a los otros... como si fueran analfabetos... lamentable.
- al pareser, la ascripta no llegó aún, por lo que los inferiores - así los llamaban - no pudieron entrar a sus clases todavía... nosotros tampoco - explicó Ignasio.
me dediqué unos minutos a mirar los rostros de los del nivel inferior... que horror, ni siquiera sé sus nombres... me detuve unos segundos sobre un chico de ojos celestes y de cabellos amarronados rojizos... tenía una apariencia perturbadora y traumatica, aunque sonreía abiertamente. De repente notó mi presencia y me quedó mirando a los ojos disimuladamente. Me sonrió de forma inperceptible y se dirigió a una chica de cabellos cortos y ojos color turquesa, luego me miró de refilón y entró por una puerta al interior del liceo... ¿habían abierto la puerta sin que me diera cuenta?
Miré hacia mis costados... estaba sola... todos habían entrado. De un salto entré al liceo y corrí por los pasillos en dirección a mi clase... me sentía tan liviana...
Para... ¿y mi mochila?, pensé para mis adentros.... me la olvidé en casa!!!
Me puse a correr de nuevo, solo que en la dirección contraria. En cuanto llegué a casa tomé mi mochila y salí corriendo. No tenía tiempo, por lo que descidí acortar camino por el patio lateral del liceo. En cuanto crucé la alberja me encontré en un lugar desolado... los arboles estaban sin hojas y el piso parecía una alfombra marrón... la niebla cubría el cielo y todo lo que hubiera a 10 metros de distancia.
Me adentré en la niebla en dirección a una puerta lateral que daba a un pasillo muy cercano de mi clase. Pero de pronto me detuve... de entre la niebla distinguí un banco de plaza.. y en el, a un chico mayor que yo, de cabellos marrones oscuros, piel pálida y ojos amarronados de un tono extrañamente rojo. Estaba leyendo un libro con expresión interesada, aunque sus facciones expresaban tristeza y dolor... lo que superaba cualquier otro sentimiento que pudiera contarme su rostro. Me acerqué, observandolo sin pausa. Me observó de refilón y una mueca de tristeza crusó su hermoso rostro.
- Paschaline... - susurraron sus labios finos y rosados. se irguió y me extendió su mano.
Lo miré sin entender nada... parecía encantada por su presencia, por lo que solo pude acercarme a él y tomar su mano entre las mías. Me senté a su lado y lo miré con el ceño fruncido.
- por favor, no me mires así - me pidió con voz acariciadora - Paschaline... has crecido mucho... - acarició mi rostro con los dedos de la mano libre. la sensación del rose de su piel me daba tanta seguridad...
- qui... - comencé a decir pero me interrumpió posando su dedo indice sobre mis labios con suavidad.
- soy Timothei... - susurró con su rostro cada vez más cerca - pertenezco al nivel especial de este liceo...
- jamás te había visto... - musité con mi vista fija en sus labios.
- ¿eso es en realidad importante? - preguntó aún más cerca y con la vista fija en mis labios.
- ¿de que nivel especial hablas? - le objeté alejandome un poco, pero solo fueron unos pocos milimetros, ya que sus brazos me rodeaban la espalda.
- un nivel como cualquier otro... - me miró a los ojos profundamente - ¿serás capas de guardar este pequeño secreto para nosotros 2?
Asentí con lentitud, no podía pronunciar ninguna palabra...
- Creo que es hora de que vuelvas a clases... - susurró Timothei soltandome y alejandose de mi. - debes irte...
Con mucho pesar, me levanté con la mochila en una mano y comencé a dirigirme hacia la puerta lateral. Timothei tomó mi mano libre, por lo que frené y lo miré.
- adios... - susurró besando mi mano con delicadesa - paschaline....
- ¿volveré a verte? - le pregunté de repente
- claro.. - me aseguró - siempre que así lo desees...
Asentí con la cabeza y me alejé. entonces se me presentó una duda... ¿qué diablos es Paschaline? Me giré para preguntarselo, pero ya no estaba...
no importa ke no te hayas aguantado
ResponderEliminarpke me gusto
spero ke skribas mas
i ke no abandones tu otro blog!!
pke tus 2 historias me gustan
i mucho!!
bye bye!